- Doctor, me duele la cabeza.
- Se trata de ansiedad.
- Doctor, me duele el estómago.
- Se trata de ansiedad.
- Doctor, me cuesta dormir.
- Se trata de ansiedad…..
Alguna vez habéis tenido la sensación de ver que da lo mismo cuál sea el síntoma que el diagnóstico final es el mismo… ANSIEDAD.
En la consulta de Psicología en Bilbao Ongizate, recibimos pacientes que tras haber buscado explicaciones en diferentes especialistas para conocer qué les está pasando, porque no duermen, tienen náuseas, dolores de cabeza, hormigueos… y terminan frente a ti poco crédulos de que realmente todo aquello que están padeciendo pueda deberse a que su cabeza, sus pensamientos, se lo provocan.
Entonces es cuando les explicas que nuestra amiga llamada ANSIEDAD, tiene un superpoder, es CAMALEÓNICA, es decir, tiene la capacidad de adaptarse y ofrecernos diversos síntomas, es más, cuando un paciente tiene cierta tendencia a sentir miedo ante posibles enfermedades, la ansiedad, será capaz de hacerle vivir los síntomas de esa enfermedad sin que realmente la padezca. De manera que, se ven en urgencias expresando al médico que está sufriendo un ataque al corazón, un ictus, que necesita pruebas neurológicas… cuando en realidad, lo que les ocurre es que su mente provoca precisamente aquello que tanto les asusta.
Una vez escuchas al paciente, y le explicas las etapas de la ansiedad, las consecuencias de la misma, y no sólo eso, sino que además, le das el poder de controlar un poco al “monstruo”, se van más relajados y con esperanza de ser capaces de dar una patada bien lejos a su problema, que es donde tiene que estar. Esto no quita que el proceso pueda ser más lento de lo esperado, o que quisiéramos para anteayer los resultados, por ello, algo que pregunto en la primera consulta es: ¿Cómo vas de paciencia?… Y, ¿paciencia con uno mismo?… Ahí es cuando suelen flaquear. Merece la pena trabajar en ser más permisivo y comprensivo con uno mismo, porque es uno de los pilares de la terapia, darse cuenta que como humanos que somos, cometeremos errores y además de errores, cometeremos una y otra vez los mismos errores, aun así, perdonarse y entenderse, será beneficioso y necesario para reducir la ansiedad.
Con todo, espero que os haya gustado el post.
Un abrazo.
Irene Tobías Fernández
BI03674
Centro Integral de Psicología Ongizate